El paso del tiempo y la pérdida de capacidad de producción de colágeno natural que el organismo experimenta según nos hacemos mayores, son dos factores que inciden en el desgaste de las articulaciones. Esto ocurre cuando el cartílago que une los huesos se deteriora y empieza a perder tejido y flexibilidad, impidiendo que desempeñe su principal función: el movimiento entre los huesos que permite desplazar, girar y doblar las distintas partes del cuerpo.
En la web de Metropolitan encontrarás un completo artículo en el que sus especialistas nos dan seis consejos a tener en cuenta a la hora de preservar el buen estado de nuestras articulaciones.